El pollo a la brasa fue este domingo el plato predilecto de las familias peruanas

Fue una fiesta para chuparse los dedos. En el primer Día del Pollo a la Brasa se duplicó demanda del plato de bandera. Según encuesta, es el tercer potaje más representativo de la cocina peruana.

Girando sobre brasas ardientes hasta adquirir el tono dorado y la jugosidad que caracteriza a su carne, el protagonista de la celebración culinaria más novedosa del país provocó ayer, primer Día del Pollo a la Brasa, encendidas reacciones entre comensales que, ávidos por degustarlo con papas fritas y ensalada, abarrotaron conocidas pollerías de Lima.

“Estoy haciendo cola hace una hora. En otros lugares tampoco hay sitio. Pedir un pollo para llevar tampoco es la voz porque también hay que esperar para el delivery”, señaló Roxana Bautista, quien a las 2 p.m. aguardaba junto con unos amigos por una mesa en el restaurante La Caravana, ubicado en la cuadra 10 de la avenida Sucre, en Pueblo Libre.

Solo en este recinto —según el administrador Víctor Quispe— hubo hasta 65% más de público que en otros domingos. “Querían aprovechar la oferta de 1/4 de pollo gratis por la compra de cada plato de fondo consignado en la carta”, señaló.

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